Este ritual transformador combina la potencia nutritiva del maíz sagrado, venerado por las civilizaciones mesoamericanas, con la dulzura natural del azúcar mascabado que aporta exfoliación delicada pero profundamente efectiva. La fórmula se enriquece con aceites orgánicos de primera calidad que nutren y restauran, mientras las esencias frescas de eucalipto despiertan los sentidos y purifican el espíritu.